BELLEZA Y SALUD

La obesidad en los niños y adolescentes

21.02.2010 14:06

 

 

 
 

 

La obesidad en los niños y adolescentes

 

La obesidad es una de las condiciones médicas más fáciles de reconocer, pero cuyo tratamiento es muy difícil. Los niños con sobrepeso tienden a convertirse en adultos con sobrepeso, a menos que adopten y mantengan pautas más saludables de nutrición e incorporen el hábito de hacer ejercicio.

¿Qué es la obesidad?

Unos kilos extra no implican obesidad. Sin embargo, ello puede indicar una tendencia a ganar peso con facilidad y la necesidad de cambios en la dieta y/o ejercicio. Generalmente un niño no se considera obeso hasta que pesa por lo menos un 10 por ciento más que el peso recomendado para su estatura y tipo de cuerpo. La obesidad comúnmente comienza en la infancia entre las edades de 5 a 6 años y durante la adolescencia. Los estudios han demostrado que el niño que es obeso entre las edades de 10 a 13 años tiene un 80 por ciento de probabilidad de convertirse en un adulto obeso.

 

La obesidad en los niños y adolescentes puede estar relacionada con:

• hábitos de alimentación inadecuados
• comer de más o perder la capacidad de dejar de comer 
La falta de ejercicio (ej: los niños que se pasan acostados en el sofá)
• antecedentes de obesidad en la familia
• enfermedades (endocrinológicas, neurológicas)
• medicamentos (corticoides y algunos medicamentos psiquiátricos)
• cambios en la vida que les causan mucho estrés (divorcio, mudanzas, muertes, abuso)
• problemas familiares o con los pares
• baja autoestima
• depresión u otros problemas emocionales
 

 

¿Cuáles son los riesgos y complicaciones de la obesidad?

Hay muchos riesgos y complicaciones debidos a la obesidad. Las consecuencias físicas incluyen:
• un aumento en el riesgo de enfermedades del corazón
• la alta presión de la sangre
• problemas al respirar
• dificultades al dormir.
• diabetes 

La obesidad en los niños y adolescentes esta también asociada con un aumento en el riesgo de problemas emocionales. Los adolescentes con problemas de peso tienden a tener una autoestima mucho más baja y tienden a ser menos populares con sus pares. La depresión, la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo también pueden ocurrir. 

¿Cómo  se puede manejar y tratar la obesidad?

Los niños obesos necesitan una evaluación médica por un pediatra o médico de familia para considerar la posibilidad de una causa física. En ausencia de un problema físico, la única manera de perder peso es reduciendo el número de calorías que se comen y aumentando el nivel de actividad física del niño o adolescente.

La pérdida de peso duradera sólo puede ocurrir cuando hay motivación propia. Ya que la obesidad a menudo afecta a más de un miembro de la familia, el establecer hábitos sanos de comer y hacer ejercicio regularmente como actividad familiar pueden mejorar las oportunidades de lograr exitosamente el control de peso para el niño o adolescente.

Las formas de manejar la obesidad en niños y adolescentes incluyen:

• comenzar un programa de control del peso

• cambiar los hábitos alimentarios (comer despacio, desarrollar una rutina)
• planificar las comidas y hacer una mejor selección de los alimentos (comer menos alimentos grasos y evitar los alimentos de poco valor nutritivo (fast food, por ejemplo)
• controlar las porciones y consumir menos calorías
• aumentar la actividad física (especialmente el caminar) y tener un patrón de vida más activo
• enterarse de lo que su hijo come en la escuela
• hacer la comidas en familia en lugar de estar viendo la televisión o estar en la computadora
• no utilizar los alimentos como premio
• limitar las comidas entre horas

La obesidad con frecuencia se convierte en una cuestión para toda la vida. La razón por la cual la mayoría de los adolescentes recuperan los kilos que han perdido es que al alcanzar su meta, ellos regresan a sus hábitos viejos de comer y ejercitarse.

Un adolescente obeso por lo tanto tiene que aprender a comer y a disfrutar de los alimentos saludables en cantidad moderada y ejercitarse regularmente para mantener el peso deseado.
Los padres de un niño obeso pueden mejorar la autoestima de su hijo enfatizando sus puntos fuertes y cualidades positivas en vez de enfocarse en el problema del peso.

Cuando un niño o adolescente con obesidad también tiene problemas emocionales, el especialista puede trabajar con el médico del niño para desarrollar un plan de tratamiento integral. Tal plan ha de incluir una meta de pérdida de peso, manejo de la actividad física y dieta, modificación del comportamiento.

 

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